En medio de la región agrícola del Valle Central, Leonor Hipólito y Wells Fargo enseñan a los niños las habilidades para convertirse en propietarios de pequeñas empresas.
De niña en Michoacán, México, a Leonor Hipólito la apodaban la “niña de los mangos” —por vender en las calles la mermelada de mango, producto de la cosecha de su padre—.
Para llegar a la escuela, se necesitaba hacer una caminata de 30 minutos y atravesar un río. ¿Una inundación? No había clases. Y tampoco había clases si primero no alcanzaba a moler el maíz para que su familia hiciera la masa para las tortillas.
“Mi sueño siempre era que alguien les dijera a mis padres: ‘Su hija es inteligente y necesita ir a la escuela’”, dijo Hipólito. “Ojalá que alguien me hubiera tomado del brazo y me hubiera llevado a la escuela.
“Sé que mis padres me amaban, pero no veían esas oportunidades y no pensaban que se podían aprovechar”, dijo. “Veo que lo mismo sucede aquí, en los condados de Madera y Fresno, en el Valle Central de California. Quiero ser la persona que apoye a las familias y les diga: ‘Sí, sus hijos pueden lograrlo’”.
En una de las áreas de EE. UU. donde más personas carecen de servicios bancarios suficientes —Fresno y Bakersfield en el Valle Central están entre los primeros 10 a nivel nacional— Hipólito ahora es esa motivadora que cambia el futuro de los niños y aumenta sus conocimientos empresariales a través de su organización sin fines de lucro que se llama Pequeños Empresarios (en inglés).
Pequeños Empresarios enseña a niños entre 7 y 12 años cursos de idioma, liderazgo, crecimiento personal, finanzas, operaciones empresariales, modales, protección del medio ambiente y otros temas.
Yahaira Barrón, representante bancaria personal de la sucursal de Madera de Wells Fargo, enseñó finanzas personales todos los viernes durante la sesión de primavera de Pequeños Empresarios en Sierra Vista Elementary School. También ayuda a recibir a los estudiantes y a sus padres en su sucursal durante la visita anual que organiza el programa. (Debido a la COVID-19, el formato de la programación ha cambiado temporalmente a teleconferencias por Zoom).
“Nunca pensé que los niños tan pequeños estarían tan interesados en el tema del dinero”, indicó Barrón. “Como yo también soy miembro de la comunidad latina, es importante para mí ayudar a otros latinos a aprender sobre la importancia de los servicios bancarios y la administración del dinero en el camino hacia el éxito, por ejemplo, cómo ahorrar dinero, cómo ganar dinero, cómo establecer metas para el futuro y cómo funciona una empresa.
“Me encanta cuando los estudiantes actuales y los que ya se graduaron vienen y dicen: ‘Mira, ¡esa es la chica que me ayudó a comenzar a ahorrar!’ Sé que causé un impacto en la vida de los niños porque, unos cuatro años más tarde, todavía me recuerdan y también recuerdan la orientación que recibieron de esas lecciones del programa El futuro en tus manos® de Wells Fargo”.
Hipólito fundó Pequeños Empresarios después de que una crisis médica interrumpió sus propios proyectos empresariales: una pastelería y una empresa que fabricaba trajes y vestidos de baile tradicionales y que había puesto en marcha con su esposo.
“Un médico me dijo que había un 99% de probabilidad de que terminaría en una silla de ruedas”, dijo. “Afortunadamente, no fue el caso, pero fue en ese momento en el que cambié el rumbo de mi vida. Me pregunté qué legado quería dejar en el mundo, y este tiempo de estar con mí misma me permitió ver la necesidad en mi comunidad: brindarle apoyo al ayudar a construir un futuro mejor para los niños.
“Es cuando nació la idea de Pequeños Empresarios. Comenzamos con las clases de español en nuestro patio porque queríamos que los niños se enamoraran del idioma, de sus familias e hicieran crecer sus valores”.
Hipólito señaló que Wells Fargo ha sido un aliado clave de Pequeños Empresarios al ser primero en brindarles apoyo corporativo en 2014 y alentar a que otros siguieran su ejemplo. Así terminó la dependencia de la organización de las ventas de chocolate caliente y de tamales para financiar sus operaciones.
Hasta la fecha, Wells Fargo ha otorgado a Pequeños Empresarios subvenciones por un valor superior a $75,000 y ha proporcionado voluntarios y otros tipos de orientación, como, por ejemplo, el proceso para constituirse como una organización sin fines de lucro.
“Lo que más me impresiona es el espíritu que introduce Leonor a todos los programas de la organización y la conexión que logra con cada uno de los niños”, indicó Tim Ríos, Gerente Sénior de Community Relations (Relaciones Comunitarias) de Wells Fargo para el Centro de California. “Es una líder natural, pero también es una persona talentosa y creativa que constantemente encuentra nuevas formas de lograr una conexión con los niños y sus padres. Cuando enseña, los niños se olvidan de que están aprendiendo.
“La educación y la capacitación financieras que ofrece su organización son fundamentales dada la gran cantidad de personas no bancarizadas y con una prestación de servicios bancarios insuficiente en los condados de Fresno y Madera. A través de habilidades para toda la vida que ella enseña, Leonor está ayudando a que los niños descubran su voz”.
Delfina Arenas se maravilla con lo que Pequeños Empresarios ha hecho por ella y por su hija de 12 años, Luna Montero.
Dijo que Luna ha adquirido la confianza para participar más en la escuela y para hacer más preguntas (lo que mejoró aún más sus calificaciones académicas). Ahora tiene conocimientos de temas financieros y empresariales.
Arenas añadió que, como consecuencia, Luna abrió una cuenta bancaria y dominó mucho antes que ella el concepto del ahorro y la diferencia entre lo que es una necesidad y un deseo. Luna ya tiene el sueño de que un día iniciará Luna Cosmetics y ya lanzó un canal de YouTube para comenzar a crear su marca y hacer contactos.
“Cuando pasamos a formar parte de Pequeños Empresarios en 2014, Luna era muy tímida, y yo estaba buscando un programa que la sacara de su cascarón”, dijo Arenas. “Sin duda, el programa cumplió con lo prometido”.
Cuando no pudo trabajar debido a una lesión, Arenas aprovechó lo que había aprendido de Luna para poner en marcha su propia empresa de ventas, uno de los muchos ejemplos de cuando los estudiantes de Pequeños Empresarios se convirtieron en maestros para sus familias.
“Gracias a Pequeños Empresarios, tengo ingresos estables para mantener a mi familia como madre soltera y alcanzar nuestras metas”, dijo Arenas. “Mi primera meta fue comprar una camioneta, y la alcancé. La próxima es comprar una casa. Me siento muy afortunada.
“Pequeños Empresarios nos ha mostrado a todos cómo ser líderes, cuidar de las cosas y apoyarnos. Al trabajar juntos, somos mucho más fuertes”.
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